Con la política pasa lo mismo. En primera instancia parece solo aquello que hacen los políticos en unos partidos imposibles de cambiar, peleando entre sí y contra rivales de otras organizaciones en una lucha constante por el poder.
 
Para superar el prejuicio necesitamos adaptar el estudio de la política, forjado a imagen de las viejas teorías del siglo XVII, a la ciencia del siglo XXI. Esto nos permitirá hallar en sus pliegues lo que generalmente no percibimos, así como desplegar una imaginación teórica que nos saque de la falta de alternativas instalada.
 
A menudo se olvida que la política se basa en la palabra y la escucha, decidiendo en medio del conflicto para mejorar nuestra ciudad entre todos y todas. Hannah Arendt nos lo recordó en el siglo XX. La política desborda por tanto el secuestro elitista de unos pocos. Su protagonista es el propio ser humano. En la televisión vemos actores y actrices hablando, dialogando, peleando, proponiendo. Tras ese plano hay mucho más.
 
Sin reflexionar sobre las discordias inherentes a cada persona, aquellas que desbaratan nuestra república interior, y su relación con las que aparecen en cada grupo en forma de narcisismos, envidias o aguerridas competencias, sin atender a cómo nos recorre aquello que a voz en grito criticamos, nunca entenderemos la política. Y quiénes mejor que Hesíodo o Shakespeare para aproximarnos a ello. También urge rescatar, en paralelo, las posibilidades que albergamos a la hora de tejer vínculos comunitarios. Al fin y al cabo, estamos ante una actividad ni divina ni bestial, sino demasiado humana.
 
Las antidemocráticas leyes de hierro que formularon desde el elitismo clásico para los partidos siguen cumpliéndose; difícil cambiarlas, pero no imposible. En este curso las estudiaremos, esbozando posibilidades de transformación. También sobre las exclusiones que raza, clase y género siguen trayendo a la política. Y al hecho de que una parte no pequeña de la población, desposeída sin estar amenazada, decida ser mera espectadora del reality de sus representantes. Porque la política también es ausencia, silencio.    
 
El principal escenario donde se representa la función de la política institucional en nuestro país es el Palacio del Congreso. Estudiaremos su funcionamiento interno para conocer por qué resulta tan difícil cambiar las cosas por esta vía y qué se puede sacar de ella.
 
Afrontaremos finalmente lo que nos anuncian las trompetas del Apocalipsis que ya resuenan en nuestro siglo, y no parece que esta vez se deban a supercherías religiosas, sino a rigurosos estudios científicos. Imaginar, comprender y hacer otra política, una en la que primeramente no sucumbamos, sino que sepamos cuidarnos para desde allí cuidar el mundo, se revela urgente”.
 

Programa:
 
Sesión 1. Ciencia y política, barrio e institución: la democracia fugitiva. De Newton a Einstein, de Aristóteles a Sheldon Wolin.
 
Sesión 2. Los partidos políticos, las leyes de hierro y el elitismo clásico. De Michels a la nueva política. 
 
Sesión 3. Los grupos humanos y el self: discordias y potencias. De Shakespeare a Melanie Klein.
 
Sesión 4. Cuando nos recorre el monstruo: capitalismo, ecocidio y patriarcado. Una lectura ambivalente de Hesíodo.
 
Sesión 5. Silenciadas, deportados y espectadores. De Pitkin a Federici.
 
Sesión 6. Sobre la revolución y lo posible. De Hannah Arendt a la irresuelta crisis de la socialdemocracia.
 
Sesión 7. Cómo funciona una institución: el Palacio del Congreso, caso práctico.  
 
Sesión 8. Imaginar otra política en tiempos del Apocalipsis. De Vico a Castoriadis.
 

Bibliografía básica: 
    
- Arendt, Hannah (2013). Sobre la revolución (1963). Madrid: Alianza.
- Federici, Silvia (2010), Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria. Madrid: Traficantes de sueños.
- Hesíodo (2013). Teogonía. Madrid: Alianza.
- Shakespeare, William (2018). Rey Lear. Madrid: Alianza.
 

Bibliografía complementaria: 
 
- Alonso Rocafort, Víctor (2010). Retórica, democracia y crisis: un estudio de teoría política. Madrid: Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.
- Castoriadis, Cornelius (2006). Lo que hace a Grecia. 1. De Homero a Heráclito. La creación humana II. México DF: Fondo de Cultura Económica.
- Chown, Marcus (2019). Gravedad. Una historia de la fuerza que lo explica todo (2017). Blackie Books, Barcelona.
- Michels, Robert. Los partidos políticos, vols. I y II (2017 y 2008). Buenos Aires: Amorrortu.
- Klein, Melanie (2012). Envidia y gratitud y otros trabajos. Obras completas 3. Barcelona y México DF: Paidós.
- Pitkin, Hanna (2014). El concepto de representación (1967). Madrid: Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.
- Reglamento del Congreso de los Diputados.
- Rovelli, Carlo (2018). El nacimiento del pensamiento científico. Anaximandro de Mileto (2009), Herder, Barcelona.
- Vico, Giambattista (2006). Ciencia nueva. Madrid: Tecnos. 
 
Profesor:
 
Víctor Alonso Rocafort. Ha sido profesor de Teoría Política en las Universidades de Alicante (2008), Autónoma de Madrid (2009-12), Complutense (2013-14) y Talca, Chile (2015). Entre 2016 y 2019 fue el coordinador del grupo de Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados. Entre sus publicaciones destacan Retórica, democracia y crisis: un estudio de teoría política (Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2010), la coordinación de Lo llamaban democracia. De la crisis económica al cuestionamiento de un régimen (2013), por el Colectivo Novecento, diversos artículos en revistas científicas como “Democracia y Universidad: patologías de un desgobierno”: Isegoría (2015), además de alrededor de un centenar de artículos de prensa en eldiario.es o Ctxt, principalmente. Especializado en la tradición de la retórica clásica y humanista, en sus investigaciones ha tratado de combinar estos saberes, arrumbados durante la segunda ola moderna cientificista del siglo XVII, con las vías hacia la democracia radical que supone la obra de autores como Hannah Arendt, Cornelius Castoriadis o Sheldon S. Wolin.
En la actualidad está trabajando en una obra donde reivindica la necesidad de la fantasía política tanto como el anclaje a lo material para fraguar otra política, una realmente transformadora, acorde a la ciencia del siglo XXI y que parta de un nuevo ethos democrático.